La zafra 2017/18 llegó a su fin y las coyunturas no pudieron con los argumentos estructurales de firmeza que mostró el mercado a lo largo de la misma.
De esta manera, con 52 semanas de comercialización el Indicador de Mercado del Este (IME) más allá de haber registrado variaciones en los últimos días, cerró en máximos de más de siete años, a US$ 15,13 por kilo base limpia.
Este valor, si bien no fue el más alto registrado en esta zafra, en relación a otras zafras representa un máximo desde julio de 2011.
Yendo al análisis específico de la zafra actual, fue una zafra que fue de menos a más, sostenida por la demanda y la valorización de las lanas Merino, en las que las más finas tuvieron semanas muy buenas, pero que las de comportamiento más parejo fueron las lanas de 19 a 21 micras.
La cotización más alta de la zafra fue lograda casi al final de la misma, sobre la primera semana de junio cuando el IME alcanzó a cotizar a US$ 15,47 por kilo base limpia. A partir de allí el tipo de cambio fue el que operó e incidió para que el indicador registrase subas o bajas.
La actual cotización con la que el IME cierra la zafra representa una valorización de 29,7 % en comparación al arranque de la misma.
En relación a la semana pasada el IME mostró una leve corrección a la baja, de 0,5 %, por lo que su saldo semanal es negativo, pero parece más importante detenerse en el análisis de final de zafra que en el semanal.
Por otra parte, expresadas en dólares estadounidenses, las lanas que mostraron mejor desempeño a lo largo de esta zafra fueron las lanas de 21 y 22 micras, valorizándose desde el inicio de la misma entre 45 y 50 %.
En su moneda local el IME cerró la zafra en máximos históricos, a A$ 20,56 por kilo base limpia. Si bien muestra una corrección en relación a la semana pasada cuando alcanzó el valor más alto de la zafra (A$ 20,73), la cotización actual es la cuarta más alta de toda la zafra.
Expresado en su moneda local el IME se valorizó casi 35 % desde el inicio de la campaña 2017/18, cuando comenzaron los remates allá por fines de junio del año pasado.
Por último, analizando el tipo de cambio, se desprende que tuvo vaivenes, gran parte de la zafra se mostró estable, incluso a favor del dólar australiano pero en los últimos dos meses el dólar estadounidense ganó terreno, se hizo más fuerte y esto se vio reflejado en la conformación de precios. Si se compara el inicio de la zafra con el cierre de la misma el dólar australiano se desvalorizó 4 % frente a su par estadounidense, aunque la gran conclusión que se desprende del análisis, es estructural y es que la lana sigue vigente y goza de muy buena salud.
En cuanto a la oferta, el porcentaje de colocación de esta zafra se ubicó en máximos de 10 años. En total se vendieron 1,78 millones de fardos, lo que representa el 94,4 % de la oferta total (1,89 millones).
Fuente: Tardaguila
Add comment