El mercado de reposición cierra el año con ajuste de valores, principalmente por la incertidumbre que genera la falta de lluvias. Eso se reflejó en los remates de los consorcios Lote 21 y Plazarural, donde los precios cayeron aproximadamente unos 20 centavos respecto a las ventas de noviembre.
En Lote 21 los terneros generales mostraron una baja de 5,21% respecto al remate anterior, con un promedio de US$ 2 por kilo, en tanto en las terneras la baja fue más acentuada, de 7,73% a un promedio de US$ 1,67. Con las exportaciones en pie sin operar, la demanda fue para mercado interno.
En Plazarural también hubo un ajuste a la baja para los teneros, de 6,5% respecto al evento anterior, a US$ 1,97. Para terneras en la segunda jornada de remate hubo ajuste en los valores, pero el mercado fue ágil, con un 90% de venta en esta categoría, pero con US$ 1,68 de promedio, también una baja de aproximadamente 20 centavos por kilo.
Con la exportación en pie haciendo una pausa, puede tratarse de un momento de oportunidad de compra para los invernadores ante valores que, si se cumplen los pronósticos de lluvias, podrían reacomodarse. También las vacas de invernada que el mes pasado cotizaban por encima de US$ 1,30 pasaron a los US$ 1,20.
Novillos gordos en US$ 2,90
En el caso del ganado gordo, sin tanta presión vendedora, esta semana los valores quedaron estables en US$ 2,90 máximo para el novillo especial. Y en la vaca gorda hay un abanico más amplio de precios, con US$ 2,70 máximo para la vaca pesada. La vaquillona cotiza en el eje de US$ 2,80. Las entradas a plantas industriales están dispares, entre una semana y 15 días.
“Con US$ 2,90 para el novillo se concretaron muchos negocios en la semana pasada y la anterior, y ahora, como la industria está pasando cargas para la última semana de diciembre o la primera de enero, no hay una gran oferta, el que necesitaba vender ya vendió”, señaló un consignatario.
La falta de lluvias sigue siendo un factor clave, y algunas ventas se han concretado para ajustar las cargas.
La faena vacuna de la semana pasada alcanzó las 56.556 cabezas y fue la mayor desde diciembre de 2010 cuando se faenaron 59.538. Fue 45 % superior que las 39.065 de la semana anterior –con dos días menos de faena por el conflicto– y un 4 % por encima del mismo período del año anterior. Esta semana, con una faena que no se vio afectada por el conflicto sindical, se espera que se mantenga por encima de las 50.000 cabezas.
El precio de exportación de la carne vacuna sigue firme. A la semana cerrada el 9 de diciembre la tonelada se ubicó en US$ 3.767, el promedio más alto desde mediados de setiembre, US$ 100 por encima de la semana anterior y 10,6% arriba del mismo período de 2016.
En lo que va del año el precio de exportación promedia los US$ 3.440 la tonelada, 1,2% más que el mismo período del 2016.
En lanares sigue trancado el mercado para las categorías adultas, con industrias que no están pasando precio y dando entradas para enero. La excepción sigue siendo el cordero mamón, con un mercado firme, entradas cortas y valores entre US$ 3,60 y US$ 3,65. El borrego también subió, con negocios que se concretan alrededor de US$ 3,12.
La faena semanal de ovinos fue la más alta del año, tuvo un aumento semanal de 55%, con un total de 35.147 animales (25.463 corderos y 5.074 ovejas). Fue 6% inferior a la de la misma semana del año pasado, cuando se enviaron a planta 37.382 lanares.
El precio de exportación para carne ovina en la semana cerrada el 9 de diciembre alcanzó los US$ 5.414 y fue el promedio más alto desde la semana del 14 de noviembre 2015. Dio un salto de 16% respecto a los US$ 4.660 de la semana anterior y fue 11,3% superior al mismo período del año anterior. De ese modo, el precio promedio del año pasó a superar al obtenido en igual período del año pasado.
En lo que va del año el promedio de exportación de carne ovina es de US$ 4.245, un 1,1% superior a igual período de 2016, y el volumen exportado es 13.323 toneladas, 26,5% por encima de las 10.323 del año anterior.
Fin de semana clave
Este fin de semana es clave, porque se esperan lluvias sumamente importantes para que las pasturas no se sigan dañando y para que la salida de ganado pueda mantenerse ordenada. Si las lluvias se concretan, los precios deben estabilizarse, tanto en el gordo como en la reposición, y por otra parte de consolidará un buen entore.
Fuente: Por Blasina y Asociados, especial para El Observador
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