La ganadería uruguaya ha ganado velocidad en los últimos años y eso tiene argumentos desde el lado de la demanda, tanto de terneros que se exportan en pie como de carne que se envía dentro de la cuota europea 481, de animales de menos de 30 meses.
La faena de vaquillonas alcanzó máximos históricos, con un total de 290 mil cabezas ingresadas a planta en los 12 meses a julio, aportando a la disminución en la edad de faena y al aumento de la extracción.
Las principales causas de este nuevo escenario son, por un lado, la demanda desde los corrales por animales jóvenes para participar de la cuota europea 481 y, por otro, el fuerte aumento de la exportación de ganado en pie, fundamentalmente terneros machos. Esta salida reduce la disponibilidad de animales de esta categoría —y eleva su precio—, por lo que los corrales optan por aumentar la participación de vaquillonas. Además, las vaquillonas tienen una salida importante para el abasto local, pero esta no ha variado de forma significativa en los últimos años.
En los 12 meses a mayo de 2014 se faenaron 170 mil vaquillonas; en aquel entonces la exportación de ganado en pie era de menos de 100 mil cabezas anuales y Uruguay exportaba dentro de la cuota 481 unas 10 mil toneladas anuales.
En el ejercicio 2017/18 la salida de animales en pie aumentó a 451 mil cabezas. Para lograr seguir creciendo dentro de la cuota 481 —en ese ejercicio se embarcaron 16 mil toneladas— los corrales optaron por comprar más vaquillonas, que era lo que tenían disponible.
La salida de los terneros en pie le está dejando el espacio y valorizando a una categoría como la vaquillona. No solamente creció la cantidad de animales enviada a faena, sino también su precio. De acuerdo con la información del Instituto Nacional de Carnes (INAC) el descuento en el precio de la vaquillona faenada respecto al novillo gordo cambió sustancialmente a partir de 2016. Pasó de unos US$ 15-20 centavos por kilo carcasa a US$ 4-5 centavos, con algunos meses en los que se da la particularidad que el valor medio de la vaquillona supera al de los novillos. Esto no quiere decir que el precio de las primeras fuera superior al de los segundos, sino que es mayor la proporción de vaquillonas que se terminan en los corrales, elevando su precio medio en comparación con los novillos.
Fuentes del abasto manifestaron además que ha habido una mejora en la calidad de las vaquillonas que llegan a planta, lo que permite acercar su precio al de los novillos especiales.
Entre el crecimiento de la faena de vaquillonas, el sostenimiento de la de novillos de 2-4 dientes y la exportación en pie, en el ejercicio 2017/18, salieron 1,27 millones de animales de estas categorías. Teniendo en cuentas el rodeo, es un 25,7% del total. Por lo tanto, uno de cada cuatro animales de menos de dos años abandonó el sistema, elevando la tasa de extracción.
La exportación en pie no solo ha permitido mantener el precio del ternero incluso en un verano seco como el pasado, sino también dinamizar y mejorar la calidad de una categoría muy usada en otras ganaderías, como la vaquillona, pero que en Uruguay era mayoritariamente relegada.
Fuente: Tardaguila
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