La Dra. Georgget Banchero dijo que la lana tiene dos etapas de producción: “una en el tercio medio, pero la más importante es el último tercio de gestación y como nosotros hemos promovido siempre el último tercio, la lana en general, compensa en el último tercio alguna restricción que pudo haber antes”.
El miércoles se realizó en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) Tacuarembó la jornada ¿Cómo hacer de sus ovinos un buen negocio? en la que participaron importantes técnicos entre ellos la Dra. Georgget Banchero que expuso sobre Lana o carne: una mirada desde el útero. La profesional afirmó que alimentamos las ovejas en el último tercio de la gestación, pero es fundamental hacerlo en el tercio medio que es donde el feto forma órganos esenciales para la producción y el rendimiento de carne.
Finalizada la jornada la Dra. Banchero expresó a TodoElCampo que “en los últimos 20 años nos dedicamos a alimentar a la oveja en el último tercio de gestación para aumentar el peso del cordero y la producción de calostro y leche en el periparto”, pero “nos olvidamos de las primeras semanas de gestación del animal, sobre todo en el tercio medio que suele coincidir con el invierno”.
“Pero ¿qué es lo que pasa en ese tercio medio?, se preguntó. “Ahí se están generando los órganos fetales, los tejidos y la placenta” entonces “cualquier cosa que afecte ese desarrollo hace que ese animal de por vida tenga una menor productividad”.
La pregunta que nos hicimos es “¿por qué los corderos uruguayos, teniendo la misma raza y nutrición no ganan lo mismo que los de Australia? Siempre veíamos eso en la investigación, y nos llevó a pensar que era algo que pasaba en el útero”, explicó la profesional
“De alguna manera nosotros no nos encargábamos del tercio medio de gestación, incluso había sugerencias de que se podía perder el tercio medio que no pasaba nada”, agregó. Seguramente esa afirmación “obedece a los sistemas más productores de lana, pero no es el caso de la carne” porque “la oveja tiene ganar por lo menos 30 o 40 gramos durante esa etapa para asegurar una buena producción de carne”, afirmó.
De lo contrario, “aunque los corderos puedan nacer con buen peso” porque en la etapa final fueron bien alimentados, “de por vida van a tener menos peso: menos peso al destete” y menos peso “a la faena aun cuando le dimos la oportunidad de comer bien”.
Y lo que más preocupa es “la eficiencia de conversión del alimento. El quilo de carne ganado es mucho más caro en un cordero que fue restringido a nivel uterino que otro que no lo fue”, subrayó.
No solo “nunca llegan al peso que alcanza el que no fue restringido sino que cada quilo que le vamos a poner usando la misma comida nos cuesta más”.
LA INVESTIGACIÓN TAMBIÉN APUNTÓ A LA PRODUCCIÓN DE LANA.
La Dra. Georgget Banchero dijo que la lana tiene dos etapas de producción: “una en el tercio medio, pero la más importante es el último tercio de gestación y como nosotros hemos promovido siempre el último tercio, la lana en general, compensa en el último tercio alguna restricción que pudo haber antes”.
Es en el último tercio donde “se forman los folículos primarios que dan la finura y cantidad de lana”, puntualizó.
Pero si queremos producir carne no podemos olvidarnos del momento en que se forman las fibras musculares que luego van a producir carne, eso es en el tercio medio de gestación, una etapa en que “la oveja no puede perder peso, sí tienen que ganar 30 o 40 gramos por día” para asegurar que tengamos “lindas ganancias y buenas eficiencias”, concluyó.
Fuente: Todo el Campo
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