En base a los datos arrojados por el programa Carpetas Verdes del Instituto Plan Agropecuario, la sequía que se desarrolló hasta marzo trajo como consecuencia un déficit forrajero, que llevó a una reducción en el estado corporal del ganado y los productores se vieran obligados a vender terneros livianos y novillos sin terminar.
Sumado a esto, el precio del dólar se mantuvo en el mismo nivel en todo el ejercicio, con un aumento de los costos en pesos, y la toma de costos no previstos para superar este escenario, como la instalación de verdeos o la compra de suplementos.
Carlos Molina, director técnico del Instituto Plan Agropecuario, comentó a Martín Maidana en Dinámica Rural que estos factores trajo como consecuencia que en algunas zonas del país las pasturas crecieran hasta un 40% menos que en años normales, en base al monitoreo satelital de pasturas del IPA, en convenio con la Universidad de Buenos Aires.
Sin embargo, el mercado respondió de forma positiva, absorbiendo toda la oferta a buenos precios, lo que le ayudó a muchos productores a sobrellevar el mal momento, incluso con precios que pueden llegar a ser superiores al año anterior.
Fuente: Espectador
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