El Observatorio del Mercado de Granos de la Unión Europea reportó un aumento en la importación de soja desde los Estados Unidos de un 283% en lo que va del año, elevando la participación total del país norteamericano de un 9% a un 37% del total.
“La Unión Europea puede importar más soja de EEUU y esto está sucediendo mientras hablamos”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El oriundo de Luxemburgo agregó que “Esta es una situación de ganar-ganar para los ciudadanos europeos y estadounidenses”, publicó World Grain la semana pasada. Quien también se refirió al tema fue el Comisionado europeo para la Agricultura, Phil Hogan, al expresar que “La Unión Europea y los Estados Unidos han sido socios de larga data y hay espacio para fortalecer aún más nuestra relación comercial”. Esta información se revela luego de que Junker se entrevistara con Donald Trump en Washington el pasado 25 de julio, reunión en la cual se apaciguó el tono de conflicto con el cual el presidente norteamericano estaba tratando a sus históricos aliados en materia comercial.
Es importante resaltar que esta es una señal de redireccionamiento del flujo de la soja globalmente, ya que debido a los aranceles impuestos por China en medio de la guerra comercial que están disputando las dos economías más importantes del mundo, la exportación de soja estadounidense a China se detuvo drásticamente.
Según el informe, en comparación con julio de 2017, las importaciones de soja de la UE procedentes de los Estados Unidos aumentaron un 283% en la actualidad, a 360.000 toneladas; Las importaciones de harina de soja, que tradicionalmente son más bajas con respecto a los Estados Unidos, también están en aumento: se importaron 185,000 toneladas en julio de 2018, un aumento de 3.337% en comparación con la misma fecha del año anterior, cuando prácticamente no se exportaba harina desde EEUU a la UE. La harina de soja que importaba la Unión Europea solía ser originaria de Argentina, pero la magra cosecha en ese país y el nuevo escenario comercial han redirigido la producción argentina hacia China y la estadounidense a Europa.
Este reacomodo no ha generado una recomposición en el precio de la soja en Chicago, la demanda de la UE es muy inferior a la del gigante asiático que hoy intenta satisfacer su demanda de la oleaginosa principalmente en Brasil.
Fuente: Tardaguila
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