Pocos novillos disponibles, de las pocas certezas de la ganadería
Por Eduardo Blasina
La faena de novillos está en su nivel más bajo en bastante tiempo. La de la primera semana de octubre no llegó a 15 mil cabezas, lo que llevado a una proyección mensual daría poco más de 60 mil novillos faenados. Es cierto que una parte obedece a la ausencia de la demanda para Israel, que debe llegar en la segunda quincena de octubre levantando un poco la faena. También es cierto que la competencia de la carne importada juega un papel.
Varios ingredientes se suman en esta semana. La exportación en pie por ahora no aparece. El precio de exportación cayó, aunque todavía es temprano para decir si el dato de esta semana –por debajo de US$ 3.500- es un dato accidental o empieza a mostrar la competencia de los países vecinos.
La coyuntura tiene a favor una primavera excepcional, que permite administrar la oferta, agregar kilos a bajo costo y esperar que la demanda para la faena Kosher lleve al ganado gordo unos centavos más arriba. Pero también plantea fuertes incertidumbres, ¿castrar o no castrar a a los terneros que están naciendo? Estará Turquía comprando ganado uruguayo siendo que los terneros en Brasil están mucho más baratos? Y si está Turquía o Egipto, podrán comprar a menos de dos dólares por kilo en pie?
Dentro de tanta incertidumbre, lo que nos atreveríamos a proponer es que para la invernada hay un matiz más favorable. En caso de que vuelva Turquía, será a precios menores a los de estos años y la invernada será competitiva por la alta oferta forrajera.
Por otro lado, más allá de que en noviembre y diciembre la faena siempre aumenta, la escasez de novillos puede empezar a ser un factor relativamente constante en el mercado hasta nuevo aviso. Otra señal favorable a los invernadores.
Fuente: Blasina y Asociados
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