La Federación Rural planteó esta semana al Canciller Rodolfo Nin Novoa la necesidad de gestionar un protocolo sanitario que habilite la exportación de ovinos en pie hacia China, tanto para faena como animales genéticamente mejoradores. También planteó la necesidad de concretar la apertura de Rusia vaquillonas en pie con destino a genética.
El jerarca se reunió el pasado lunes con el Consejo Directivo de la gremial y en ese encuentro, también estuvo sobre la mesa la necesidad de rebajar aranceles para la exportación, la visión del gobierno sobre los Tratados de Libre Comercio (TLC), especialmente con Chile y China y las trabas que todavía mantiene Brasil para el ingreso de lácteos uruguayos.
En el encuentro, también participó el presidente de la Sociedad de Criadores de Ideal, Joaquín Martinicorena y otros directivos, pues desde 2009 la gremial está intentando donar a la provincia de Gansu —al noreste de China, limítrofe con Mongolia Interior y Ningxia— 10 carneros, ovejas y semen ovino congelado de la raza. A futuro, esa donación puede fomentar un intercambio fluido de genética entre ambos países y otras razas podrían participar en los negocios.
Hoy China sólo está habilitado para la exportación de bovinos uruguayos en pie, pero no ovinos. “Hay millones de ovejas en China que pueden ser cruzadas con carneros uruguayos”, aseguró el vicepresidente de la Federación Rural, Miguel Sanguinetti.
A su vez, con Rusia hubo algún intercambio de información entre el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca con el Ministerio de Agricultura de Rusia, buscando destrabar el ingreso de bovinos en pie, pero no se logró adelantar demasiado. Hoy, según confirmó Sanguinetti y así se lo planteó la Federación Rural al Canciller, “hay un pedido de 50.000 vaquillonas Angus desde Rusia y no se puede cumplir porque no hay protocolo sanitario acordado”, además de otras barreras”. La postura de los ruralistas es trabajar junto al gobierno en la solución de los problemas que impiden un mayor acceso a mercados de los productos agropecuarios uruguayos.
“La meta es que si viene un pedido de carne, genética, novillos o vaquillonas gordas del país que sea, que se pueda vender porque está todo pronto y aceitado”, firmó Sanguinetti. El gremialista recordó que “Uruguay nunca tuvo una posición agresiva en la venta de los productos, independientemente del gobierno de turno y eso hay que cambiarlo. Estamos dispuestos a colaborar en lo que podamos”.
Tratados. Los directivos de la FR también se pusieron al tanto de las metas del gobierno en cuanto a tratados de libre comercio (TLC) con países específicos, buscando mejorar el comercio. En la mira está la necesidad de suscribir un TLC con Chile y especialmente con China, porque la mitad de la carne bovina exportada y todas las menudencias, son compradas por el país asiático. A nivel de soja, Uruguay es el cuarto proveedor de China la oleaginosa. “Uruguay se está posicionando fuerte en China y piensa más adelante armar una plataforma de negocios. Es el modelo que tiene Chile en el mercado chino”, reconoció Sanguinetti.
En cuanto a Chile, el vicepresidente de la FR consideró que la firma de un TLC con Uruguay “no cambiaría demasiado el comercio en el sector agropecuario”, porque “la gran mayoría de los productos ya ingresan con arancel cero”, pero el gobierno entiende que Chile “puede ser un puente importante, al momento de vender a otros mercados”. Los ruralistas se pusieron a la orden de la Cancillería para apoyar a los negociadores y al gobierno al momento de abrir nuevos mercados y quieren integrar, al igual que hoy lo hacen otras gremiales, las delegaciones oficiales al momento de abrir nuevos nichos para colocar productos agropecuarios.
Aranceles. En el encuentro con los ruralistas se habló mucho sobre la necesidad de rebajar aranceles en algunos mercados clave, como Unión Europea, Estados Unidos, Corea y otros. En ese sentido, los productores apoyan la visión del gobierno de trabajar para bajar aranceles al momento de vender. Cabe recordar que sólo en carne bovina, anualmente, se pagan más de US$ 300 millones, según lo marcó un estudio de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), que ya tiene algunos años. En los mercados más importantes para el sector es donde hoy se pagan más aranceles.
Fuente: El País
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