La guerra comercial entre Washington y Beijing disparó los premios regionales de la soja a máximos históricos. Quien en mayor medida aprovechará esta situación será Brasil, en tanto que en el complejo sojero uruguayo —y el argentino también— se beneficiarán de forma muy residual debido a la baja producción que motivó la sequía del verano. La apuesta es para la campaña 2018/19.
El complejo sojero en Brasil se frota las manos con la guerra comercial entre Estados Unidos, su principal competidor en el mercado mundial, y China, el principal importador mundial. La producción de soja en Brasil en la última campaña fue muy buena, contrariamente a lo que sucedió en Argentina y Uruguay, donde se vio diezmada por la sequía. Por lo tanto, está en condiciones de aprovechar el conflicto entre las dos principales potencias mundiales.
La Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales (Abiove) elevó sus expectativas de facturación para la zafra 2017/18, tanto por mayores ventas que las previstas inicialmente como por una mejora en el precio de comercialización. El complejo sojero facturaría US$ 37,5 mil millones en la presente campaña, un récord para el rubro que, además, es el principal sector agroexportador de Brasil.
El sector uruguayo podrá beneficiarse de esta situación en forma muy parcial. Según el responsable de negocios de granos de Cargill en Uruguay, Gabriel Di Giovannantonio, quedaría por comercializar solo en el eje de 10% de la malograda zafra.
En el puerto de Paranaguá, en Brasil, se manejan premios (basis) del entorno de los US$ 200 centavos por bushel sobre Chicago, en principio el contrato de setiembre. Actualmente eso da un precio de US$ 390-395 por tonelada. Para Nueva Palmira, así como para el puerto de Rosario en Argentina, el descuento con respecto a Chicago era tradicionalmente mayor debido a mayores costos y menor proporción de proteína, en el escenario actual este descuento (prima)en las basis se ha convertido en un premio, por encima de Chicago pero en el eje de US$ 20-30 cents por bushel por debajo de Paranaguá. De todas maneras, tomando el contrato de noviembre en Chicago como base, se llega a unos US$ 385 por tonelada, nada mal si se tienen en cuenta las referencias anteriores y las menores cotizaciones en 10 años en Chicago.
Luis Fernando Guitérrez, analista de la consultora brasileña Safras & Mercados, pronosticó que el premio máximo que podría alcanzar el puerto de Paranaguá sobre Chicago será de US$ 280 centavos por bushel, algo más de US$/t 100. Eso podría darse al final de la comercialización de la presente zafra, cuando los saldos serán escasos.
El provecho para el complejo sojero uruguayo podría darse a partir de la comercialización de la zafra 2018/19, pero todavía debe pasar mucha agua por debajo del puente. Si la disputa Washington-Beijing persiste —por ahora ninguno de los dos parece aflojar— los premios en los puertos regionales seguirán siendo elevados. Si se confirma el pronóstico de un verano con El Niño, con precipitaciones por encima de lo normal, al optimismo comercial se le sumaría una buena noticia desde el punto de vista productivo.
Falta mucho, pero puede que el complejo sojero tengo una revancha en la zafra próxima.
Fuente: Tardaguila
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