La dificultad para competir con los bajos precios de producción de los vecinos, en especial Argentina pero también Brasil, ha sido uno de los temas salientes del Salón Internacional de la Alimentación (Sial) que culminó ayer en París. “Argentina paga el novillo al mismo precio que nosotros pagamos el toro manufactura”, dijo gráficamente el principal de Frigorífico Pando, Eduardo Urgal, entrevistado en París por el periodista Martín Olaverry (ver nota aparte).
El precio del novillo en Uruguay es actualmente unos US$ 80 centavos por kilo carcasa superior al que se paga por un animal de la misma categoría en los dos vecinos. En la feria se advertía en el stand argentino “caras felices”, al decir de un artículo divulgado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
En Brasil la situación es similar, con un sector exportador que está volcando al mercado internacional volúmenes récord.
Mientras tanto, el mercado de hacienda gorda en Uruguay está descalzado de lo que sucede en la región, fundamentalmente debido a que la oferta interna es relativamente escasa. Las generaciones en edad de faena se redujeron por la exportación en pie de más de 200 mil animales por año en los últimos tres años —más de 400 mil en el último— y eso está impactando notoriamente sobre los precios del gordo debido a que la industria compite férreamente por una mercadería escasa. Sin duda un buen precio de la hacienda es una excelente noticia para el sector productor, el problema es que cuando el industrial se da vuelta para vender ese producto, encuentra un mercado internacional con cotizaciones que hacen muy difícil compensar el precio pago por la materia prima. En base a ello, las caras en el stand del INAC en París distaban de ser las de felicidad de los argentinos y eran más bien largas y preocupadas.
Ciertamente, Uruguay es el país de la región con mayor cantidad de accesos a los mercados internacionales. El asunto es que quien concentra la demanda es China, y allí las condiciones de ingreso de los tres países, si bien no son iguales, son similares.
Con las oscilaciones propias de los mercados, los precios más caros de la hacienda respecto a la región seguramente se mantendrán en el correr de 2019 y 2020, ya que la expectativa es que la oferta siga siendo relativamente baja. A su vez, los desajustes en los precios por las devaluaciones —como los ocurridos en Argentina y Brasil— llevan su tiempo para ser solucionados. Por lo tanto, seguramente vendrán meses en los que una porción mayor de las divisas que ingresan por concepto de exportación de carne se quedará en poder del sector productor. Nada que no sea usual en el devenir del ciclo ganadero. La diferencia es que en esta oportunidad se puede extender más en el tiempo.
Fuente: Tardaguila
Add comment