Tras los picos históricos alcanzados en 2016 y 2017, la relación de reposición sufrió un brusco descenso este año, en principio por la valorización del gordo, a lo que se sumó en las últimas semanas cierta debilidad en el precio del ternero, vinculada con las complicaciones de la exportación en pie para la concreción de nuevos negocios con Turquía tras la devaluación de su moneda.
De acuerdo con los precios manejados por la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG), el cociente entre el precio del ternero y el del novillo gordo, conocido como la relación de reposición, se ubicó en 1,09 esta semana. Esto significa que el kilo de ternero cotiza 9% por encima del kilo del novillo gordo. Es el cociente más bajo en tres años, desde la salida del invierno de 2015. En aquel entonces el ternero cotizaba en un eje de US$ 2,15 el kilo en pie y el novillo gordo alrededor de US$ 3,70 el kilo carcasa.
Luego se produjo una drástica reducción del precio del gordo, que llegó a caer por debajo de los US$ 3,00 el kilo, en tanto que el ternero se sostuvo como consecuencia de una serie de factores, como la dinámica de la demanda de la exportación en pie, las buenas condiciones forrajeras por un clima benévolo y el espacio que dejó la agricultura tras la baja del precio de la soja.
Con esa situación, la relación de reposición alcanzó máximos históricos de más de 1,40 en el otoño de 2016 y cerca de esos niveles un año después.
Las cosas cambiaron en 2018, en una primera instancia por la valorización del gordo. Esto hizo caer la relación de reposición al entorno de 1,20-1,25 en el otoño. El precio del ternero logró sostenerse a pesar de la seca de febrero-marzo en buena medida por la dinámica de la demanda exportadora. La salida de terneros en pie alcanzó picos históricos de más de 450 mil cabezas en términos anuales. Pero las complicaciones en el mercado hegemónico para este negocio, Turquía, están generando un impacto sobre los precios de la categoría.
La lira turca, debido al conflicto de ese país con Estados Unidos, se desplomó en el eje de 40%, complicando sobremanera los números de los importadores. Fuentes de la exportación comentaron que el novillo gordo se vende a los frigoríficos en Turquía a unas 28 liras por kilo carcasa; a la cotización de ayer eran unos US$ 4,12, lo cual complica sobremanera los precios que se están pagando por los terneros. Hasta el momento la exportación sigue muy dinámica en base a negocios ya pactados. Esta semana salió un barco de Gladenur con más de 20 mil cabezas y un par de semanas atrás había salido otro con una cantidad similar. En lo que va de agosto las solicitudes de exportación suman 67 mil cabezas, solo detrás del pico histórico de 80 mil animales de junio de este año.
Pero a futuro los números se complican. Esto se reflejó en una baja en los precios del ternero. La referencia de la ACG de esta semana fue de US$ 2,05 el kilo, una baja semanal de US$ 8 cents. Se dice que la exportación podría estar acomodando los precios de compra a un eje de US$ 2,00 el kilo, por debajo de los US$ 2,20 en que adquirió lo que actualmente se está embarcando. Pero fuentes relacionadas a la exportación aseguraron a Tardáguila Agromercados que con esa cotización las pérdidas en la coyuntura actual son cuantiosas, por lo que, si no cambian las condiciones en el mercado de destino, es factible que la operativa se contraiga.
La actual relación de reposición mejora la ecuación de los invernadores. Hasta el momento esta mejora era consecuencia de la suba en el precio de venta. Ahora se le sumó la baja en el precio de compra, por el momento incipiente. Habrá que ver qué sucede con la exportación en pie en las próximas semanas, pero la tendencia actual es que el precio del ternero se ubique algo por debajo de los US$ 2,00 el kilo. Con un dólar en alza, no es un mal precio para el criador, pero tampoco es el aliciente que había antes para mantener el rodeo de cría. Puede ser un punto de inflexión en las relaciones de precios ganaderos.
Fuente: Tardaguia
Add comment