Cuando se acerca el fin del invierno y se avecina la primavera los vacunos ingresan en el período de parición. En algunos establecimientos ya se han registrado nacimientos, por lo que es oportuno recordar algunos conceptos del Instituto Plan Agropecuario en la publicación Manejo del rodeo de cría sobre campo natural elaborada por el Dr. M.Sc. Alejandro Saravia, la Dra. Deborah César y los ingenieros agrónomos Esteban Montes, Valentín Taranto y Marcelo Pereira.
En el capítulo Cuidados de la vaca al parto y alimentación posparto los autores explican las tres etapas del parto y responden a circunstancias tales como qué hacer si el ternero no es expulsado, qué hacer si la placenta no es expulsada y qué hacer con los terneros luego de nacidos, y sobre la alimentación posparto.
LAS TRES ETAPAS DEL PARTO.
Básicamente el parto se divide en 3 etapas: preparatoria, de dilatación y la expulsión.
La etapa preparatoria comprende las últimas 3 semanas antes del parto y termina con el inicio de las contracciones uterinas.
En esta etapa, la zona de la vulva presenta una dilatación importante, lo que sumado a la relajación de los ligamentos de la zona y una mayor movilidad de la articulación de la pelvis, hace que la cola quede en caída vertical. También se observa un agrandamiento de la ubre debido al aumento de la irrigación sanguínea, al edema y a la producción de calostro.
El animal se aísla, hay intranquilidad, se puede observar un aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca, debido a un leve aumento de la temperatura corporal.
La fase o etapa de dilatación dura de 1 a 3 horas y va desde el inicio de las contracciones uterinas (aproximadamente cada 15 minutos) hasta el rompimiento de las bolsas que cubren al feto.
La etapa de expulsión dura de 1 a 3 horas y va desde el inicio del rompimiento de las bolsas hasta la salida completa del feto. En vaquillonas, esta etapa puede tener una mayor duración (4 a 6 horas) y las contracciones uterinas ocurren con frecuencias de 2 a 5 minutos.
Por lo tanto, en los cuidados al parto se deben tener en cuenta estas fases o etapas, vigilando en aquellos animales con fecha de parición inminente las primeras señales de parto mencionadas anteriormente.
¿QUÉ HACER CUANDO EL TERNERO NO ES EXPULADO?
Si el ternero no ha sido expulsado luego de 3 horas de que sus miembros aparecieron fuera de la vagina, se debe intervenir y ayudar a la vaca.
En estos casos, lo primero es higienizar la zona que rodea la vulva y bajo el ano (perineo) de la vaca y mantenerla limpia durante el proceso de ayuda. Se debe realizar una inspección del canal vaginal para detectar la posición del ternero, el que debe asomar primero sus manos y la cabeza.
Si la posición es correcta, se busca ayudar al ternero para que salga. Si la posición no es la normal, se debe consultar a un veterinario.
Si el parto fuera normal, se deberá tener en cuenta que posteriormente debe ser expulsada la placenta.
¿QUÉ DEBEMOS HACER SI LA PLACENTA NO ES EXPULSADA?
La retención de placenta es la permanencia total o parcial de la placenta en el útero, luego del parto, por un período mayor a 12 horas.
Existen muchas causas de esta patología, muchas de las cuales están relacionadas al manejo que se realice de la vaca en las semanas anteriores al parto. También puede ser consecuencia de procesos infecciosos de distinto origen. En este momento, lo único que se puede hacer es tratar de ayudar a la eliminación de la misma, ya sea con extracción manual y/o la administración de antibióticos y de hormonas.
¿QUÉ HACEMOS CON LOS TERNEROS LUEGO DE NACIDOS?
En el caso que el parto sea asistido y en el cual la vaca no realiza o no puede realizar una buena limpieza del recién nacido, debemos realizarla nosotros, eliminando posibles membranas en la nariz y boca, para que pueda respirar adecuadamente.
Se debe identificar el ternero recién nacido, verificar que mame calostro en las primeras 6 horas después de nacido y realizar una buena desinfección del ombligo.
ALIMENTACIÓN POSPARTO.
Como mencionamos anteriormente, las exigencias nutricionales de la vaca de cría varían según su estado fisiológico. Los diferentes procesos productivos tienen mayores o menores exigencias: la gestación temprana y media, tienen menores requerimientos que el último tercio de la misma, cuando se produce el mayor crecimiento del feto. Luego del parto, se inicia el proceso de lactación, altamente demandante en nutrientes y que es también durante el cual la vaca debe preñarse nuevamente.
Por ello, la lactación es un proceso que compite por los recursos nutricionales con el reinicio del nuevo ciclo reproductivo. La vaca entonces, priorizará la producción de leche ante el reinicio de su ciclicidad ovárica. Esto reafirma el concepto de que una buena condición corporal al parto, es imprescindible para lograr niveles satisfactorios de preñez.
Después del parto las vacas atraviesan un periodo sin manifestación de celo, conocido como anestro posparto.
La duración de este período está influenciada principalmente por la ocurrencia de problemas al parto (distocias), la condición corporal al parto, la nutrición posparto, el efecto del amamantamiento así como la presencia del ternero.
Si el anestro es muy largo, las vacas pueden no entrar en celo dentro del período de servicio preestablecido, y por lo tanto, fallarán.
La prolongación del anestro posparto, es una de las principales causas de los bajos índices de procreo registrados en nuestro país. Es por ello, que los vientres se deben manejar de forma tal que este periodo sea lo más corto posible y la vaca reinicie su actividad ovárica cuanto antes.
Como ya lo comentamos, la condición corporal al parto, está directamente relacionada con la performance reproductiva de la vaca en el entore, como vemos en el siguiente cuadro. Dicha relación está determinada principalmente por el balance energético positivo o negativo al inicio del entore.
Cuando las vacas paren con una condición corporal baja a moderada, la nutrición posparto juega un rol muy importante. Sin embargo, si las vacas tienen una condición corporal alta (CC 5 o mayores), la alimentación posparto tiene menor incidencia.
En el cuadro siguiente, veremos como incide la alimentación en las vacas según su CC al parto, en aquellos estados más frecuentes en un rodeo de cría (CC 2 al 4).
Vacas de condición corporal 4 con niveles altos de alimentación posparto manifiestan el primer celo aproximadamente a los 35 días, mientras que con niveles bajos de alimentación, el primer celo ocurre en el entorno al día 68 posparto.
En definitiva, es importante prever la situación forrajera en la cual van a parir las vacas, eligiendo un potrero con suficiente altura de pasto para que les permita satisfacer los requerimientos nutricionales de la lactación y afrontar de forma exitosa un nuevo entore.
Documento completo Manejo del rodeo de cría sobre campo natural AQUI
Fuente: Todo el campo
Add comment