El stock ganadero al 30 de junio de 2018 bajó por segundo año consecutivo y mostró una caída de 403.837 cabezas respecto al 2017, alcanzando los 11,328 millones de animales. El 86% de esa baja corresponde a novillos. La cantidad de novillos es la más baja desde que se tienen registros (1974), se ubicó en 1,99 millones, 348.587 menos que en 2017.
Los novillos de 1 a 2 años pasaron de 987.300 en 2017 a 846.800 este año, una caída del 14% y los novillos de más de dos años bajaron de 1,356 millones a 1,148 millones en la comparación interanual (-15%). Lo que indica una preocupación para la industria ya que la faena va a ser difícil de sostener en 2019 y 2020.
La elevada tasa de extracción -consecuencia de una faena sostenida en niveles elevados y una exportación en pie récord durante el ejercicio 2017/2018- y una tasa de procreo de 58%, dos puntos porcentuales por debajo del promedio de los últimos cinco años es lo que generó una disminución del rodeo vacuno.
El rodeo vacuno es cada vez más criador, fundamentalmente por la caída de los novillos, ya que el stock de vacas se sostiene. El stock de vacas de cría en 2017 -que fue récord en 4,29 millones de cabezas- bajó a 4,27 millones al 30 de junio de 2018. La producción de terneros fue de 2,762 millones, un aumento de 61.000 cabezas respecto al año pasado.
La cría tiene que dar un salto para que la exportación en pie y la actividad de la industria frigorífica convivan. El próximo dato de stock, el del 2019, seguramente esté signado por la sequía del verano, y los terneros serán los de las pariciones de este año. Por lo que se puede esperar una nueva caída en el stock vacuno en el 2019 lo que remarca la importancia del próximo entore que va a permitir recién a partir de 2020 una probable recuperación.
Fuente: Blasina y Asociados
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